No te dejes engañar, claves para elegir bien una tarjeta gráfica.
Elegir una tarjeta gráfica puede ser muy complicado, sobre todo para aquellos usuarios que no están muy puestos en el mundillo, e incluso para los que aún teniendo una base se ven obligados a “bucear” entre una infinidad de modelos, ensambladores y precios dispares para versiones que a priori parecen idénticas.
Por si esto fuera poco y no complicara ya bastante las cosas de por sí debemos sumar el propio desconocimiento de buena parte de los vendedores de hardware, que siguen anclados en tópicos como el de “es mejor porque tiene más memoria”, y la comercialización conjunta de generaciones diferentes con precios que en ocasiones resultan disparatados.
En MC queremos ayudaros y por ello os vamos a dar una serie de claves con las que construir una base que os permita elegir bien una tarjeta gráfica sin tener que caer en recomendaciones que pueden haceros más mal que bien, y sin que tengáis que mirar decenas de comparativas gráficas.
Sin más entramos en materia, como siempre esperamos que os guste y os invitamos a dejar cualquier duda en los comentarios.
1-Ten claro para qué vas a utilizar la tarjeta gráfica
Es el primer pilar que “debemos construir” en nuestra cabeza antes de nada, ya que dependiendo del uso que vayamos a darle a la tarjeta gráfica tendremos que poner los ojos en gamas diferentes, e invertir más o menos dinero para comprarla.
Si sólo vamos a navegar por Internet, trabajar, reproducir contenidos multimedia y jugar a juegos poco exigentes nos puede servir casi cualquier GPU integrada relativamente actual, como las Intel HD 3000 o las Radeon serie 7400D.
En caso de que no tengamos una GPU integrada las soluciones de 20 euros, como las HD 5450 o las GT 210, son más que suficiente.
Consejo: Una tarjeta gráfica de menos de 100 euros no te permitirá jugar con garantías y una calidad aceptable a juegos actuales, por mucho que te digan que tiene 4 GB de memoria gráfica.
2-Piensa a qué resolución vas a jugar
Sin duda otro punto clave, ya que nos ayudará a saber en qué gamas y rango de precios nos tenemos que mover a la hora de elegir.
En caso de que tengas pensado jugar en resoluciones 720p o 900p te basta con elegir soluciones de gama baja, es decir, aquellas que rondan los 100 euros, como por ejemplo las Radeon R7 360 y GTX 750 TI.
Si vas a jugar a 1080p es recomendable que apuntes a la gama media, donde encontrarás modelos muy capaces por entre 150 y 200 euros, como la RX 470 por ejemplo.
Para jugar en resoluciones 1440p es recomendable ir a por la gama media-alta, que ronda los 250-300 euros y está integrada por modelos como las RX 480 y las GTX 1060 de 6 GB. Finalmente para 4K tenemos la gama alta, con precios que superan los 400 euros y modelos como las GTX 1070, GTX 1080 y Radeon Fury X.
Consejo: Más no siempre es mejor. No tienes que ir necesariamente a por lo más caro, sino a por aquello que se adapte mejor a tus necesidades y tenga un precio razonable. Así, si vas a jugar en 1080p una GTX 1070 te ofrecerá un buen rendimiento, pero será “excesiva” para esa resolución.
3-NVIDIA, AMD y los ensambladores
Tanto NVIDIA como AMD son los dos grandes fabricantes de tarjetas gráficas que existen actualmente en el mercado de consumo, y ambos son rivales directos.
En torno a ellas se ha creado un fanatismo ridículo que para algunos llega a ser casi como “un Madrid-Barcelona” futbolístico, y esto hace que en ocasiones se creen y se extiendan bulos que perjudican a ambas marcas.
Debéis tener claro que hoy por hoy ambos fabricantes ofrecen soluciones excelentes y con precios muy atractivos en las distintas gamas, y que ninguno es mejor o peor que otro “porque sí”, así que no caigáis en las típicas falacias de “AMD es una marca de segunda” o “NVIDIA vende humo”, simplemente cada uno tiene sus ventajas y sus desventajas.
Otra cosa distinta son los ensambladores de cada tarjeta gráfica. Hablamos de marcas como ASUS, GIGABYTE, Sapphire o MSI, entre otras.
Estas montan las GPUs fabricadas por cada compañía y crean tarjetas gráficas con diseños propios, que pueden ser personalizados o de referencia.
Sería muy complicado hacer una descripción de cada ensamblador, así que os dejamos tres pautas generales que debéis tener en cuenta:
Evitad las tarjetas con diseños de referencia y ventiladores tipo turbina, sobre todo en gama alta y media.
No vayáis nunca a por los modelos más caros, ya que casi nunca sale rentable la diferencia de precio.
Si es posible haceros con modelos que tengan placa metálica trasera, mejoran la disipación y la rigidez.
Consejo: Todos los ensambladores más conocidos son igualmente fiables pero ofrecen modelos muy variados de una misma tarjeta, así que elegid con cuidado y priorizad siempre la calidad de construcción antes que el overclock o “las lucecitas”.
4-Identifica cada gama y su rendimiento aproximado
Tanto AMD como NVIDIA utilizan numeraciones para identificar a sus tarjetas gráficas, y gracias a ellas podemos saber la generación y la gama en la que se encuadra. Lo explicamos con dos ejemplos para que se entienda sin problemas.
Tenemos una RX 480, en la que el cuatro es la generación, hoy por hoy la más actual de la compañía. El “ochenta” es la gama, en este caso media-alta ya que los tope de gama de AMD se han caracterizado en las generaciones anteriores por acabar en 9, como las R9 290 y 390. La RX 470 sería gama media.
Hay algunos matices ya que cambiaron de tercio con el lanzamiento de las Radeon Fury, pero esta base os será de ayuda y no es complicada de recordar, así que grabadla en la cabeza.
Por el lado de NVIDIA tenemos una GTX 1080, en la que el diez es la generación y el ochenta la gama. En este caso es gama alta porque todas las soluciones de gama alta de NVIDIA terminan en ese número. La GTX 1070 también sería gama alta y la gama media empezaría en las GTX 1060.
Consejo: Puedes hacerte una idea aproximada del rendimiento de cada nueva generación frente a la anterior siguiendo la siguiente regla general: el nuevo modelo rinde igual o un poco mejor que el inmediatamente superior de la gama anterior. Un ejemplo: La GTX 1050 TI rinde casi igual que la GTX 960, la GTX 970 rinde casi igual que una GTX 780 TI.
No es una regla perfecta, ojo, pero os puede ser de gran ayuda, así que tenedla presente.
5-Cantidad, tipo y bus de memoria
La memoria DDR3 ha quedado por fin como algo del pasado y hoy por hoy incluso los modelos de gama baja para jugar montan memoria GDDR5, pero por si acaso os recordamos que para jugar no debéis comprar tarjetas gráficas que equipen el primer tipo.
Con respecto a la cantidad debemos tener claro antes de nada que sí, importa, pero que no es lo único que determina el rendimiento, y que lo primero es apuntar adecuadamente a la gama que de verdad se ajusta a nuestras necesidades.
Así, si queremos jugar en 1080p con un nivel de calidad aceptable y compramos una GTX 750 con 4 GB de GDDR5 habremos errado el tiro, ya que una GTX 960 de 2 GB de GDDR5 ofrece mejor rendimiento porque:
Está en una generación superior (7 frente a 9).
Está en una gama superior (50 frente a 60).
Esto quiere decir que la segunda rinde mucho mejor que la primera aunque tenga menos memoria RAM.
Saltando al tipo de bus de memoria hoy por hoy las soluciones de gama baja suelen montar buses de 128 bits, mientras que los de gama media normalmente suben a 192 bits o 256 bits. En los modelos de gama alta ninguno baja de los 256 bits.
Para terminar os dejo un resumen de la cantidad de memoria gráfica mínima que debemos buscar en cada gama de tarjetas gráficas:
Gama baja: 1 GB de GDDR5 mínimo, 2 GB de GDDR5 recomendable.
Gama media: 2 GB de GDDR5 mínimo, 4 GB de GDDR5 recomendable.
Gama alta: 4 GB de GDDR5 mínimo, 6 GB de GDDR5 recomendable.
Consejo: No te dejes engañar por la cantidad de memoria gráfica y elige siempre el modelo superior en gama, aunque tenga la mitad de memoria, rendirá mucho mejor.
6-Sé consciente de tu equipo, y de lo que pagas
Ten claro que si tienes un equipo muy antiguo o poco potente lo más probable es que no puedas aprovechar una tarjeta gráfica nueva, ni siquiera una de gama media.
Si es tu caso sería mejor que te plantearas actualizar todo el equipo o ir a por una solución de gama baja, que por lo general son bastante “amigables” incluso con sistemas muy viejos.
Finalmente no te olvides de que nadie te va a regalar nada. Las tarjetas gráficas capaces de ofrecer un buen rendimiento en 1080p rondan como mínimo los 200 euros, así que si te venden maravillas a 100 euros te están timando.
Consejo: A la hora de montar una nueva tarjeta gráfica en equipos viejos puedes tener cuellos de botella, un tema que ya tocamos en este artículo y que te invitamos a repasar. También es posible que tu fuente no pueda con la nueva gráfica, si eso ocurre se podría estropear, así que mucho ojo.
Para ver si cumples los requisitos de alimentación de cada tarjeta gráfica puedes mirar esta otra guía.
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