Los implantes para combatir disfunción tienen gran demanda entre dominicanos que acuden a hospital NY
Doris Pantaleón
Pacientes dominicanos con problemas de disfunción eréctil, en su mayoría pensionados que tienen su seguro médico norteamericano o aseguramiento internacional, figuran entre los principales pacientes que acuden al hospital Mount Sinaí, de Nueva York, en Estados Unidos, a colocarse prótesis de pene, técnica conocida como la “bombita”, cuyos dispositivos presentan cada día mayores avances.
Uno de los médicos que más cantidad de dominicanos recibe para acceder a este tipo de tratamiento es el doctor Robert Valenzuela, urólogo especialista en problemas sexuales e incontinencia urinaria y prótesis de pene, quien ocupa el lugar número cuatro dentro de los cirujanos que mayor cantidad de procedimientos anuales de ese tipo realiza en Estados Unidos.
El especialista reveló que al año en su práctica médica coloca alrededor de 200 implantes de pene y que la mayoría de sus pacientes, alrededor de 85 por ciento es dominicano, unos 40 al año, sobre todo pacientes jubilados en Estados Unidos, que tienen su seguro médico y que viven en República Dominicana. Recordó que el costo de ese tipo de procedimiento es de 15,000 a 20,000 dólares, pero que es cubierto por el seguro médico, lo que le facilita el acceso.
Explicó que su colocación debe estar vinculada a una real necesidad del paciente y que no hay límite edad. Puso como ejemplo que su paciente más joven tiene 22 años y el más adulto 90 años.
No obstante, recuerda que antes de llegar a colocarse la prótesis, el paciente con disfunción eréctil tiene diferentes opciones de tratamiento, entre ellos las pastillas, inyecciones, nuevas terapias que mejoran la salud del pene y las células madres, pero que todo depende del grado de la disfunción.
Dijo que en Estados Unidos se realizan alrededor de 20,000 implantes al año y en Europa unos 10,000 casos.
El doctor Valenzuela asegura que la disfunción eréctil y la enfermedad cardiovascular están muy asociadas, y que se le vincula además a la presión arterial alta, a la depresión y la diabetes, por lo que el urólogo debe hacer una evaluación completa al paciente cuando lo recibe en su consultorio.
“La disfunción eréctil es como un marcador del problema vascular”, señala.
Explicó que la colocación de la “bombita” no es un procedimiento que puede realizarse por estética, sino que debe responder a verdaderas necesidades del paciente, al llegar a un punto donde ya no tenga funcionabilidad,.
El doctor Valenzuela ofreció los detalles al formar parte de un equipo de especialistas del hospital Mount Sinaí, de Nueva York, integrado además por los doctores Raja Flores, cirujano cardiotorácico; Jaehon Kim, cirujano de ortopeda de mano, y Ash Tewari, cirujano de Cáncer de Próstata, quienes se encuentran de visita profesional en el país, al participar como invitados en Desayuno de Listín Diario.
Los médicos estuvieron acompañados de los señores Johnny D’Albbraccio, vicepresidente de Acceso al Paciente y Servicios; Kwynn Smith, vicepresidente de Contratación de Seguros; Jessica Chun, asistente médico de Urología, y Diana Romero, gerente regional del Departamento Internacional, del centro de salud, que cuenta con una red de siete hospitales, 3,500 camas, 6,500 médicos y unos 40,000 empleados.
LA TÉCNICA ES VITAL EN CIRUGÍA DE MANO
La técnica utilizada en los procedimientos de reimplante de manos en pacientes que han sufrido traumas por accidente laboral o por agresiones, permiten alcanzar un alto porcentaje de funcionabilidad, que puede llegar hasta a 90 por ciento, reveló el doctor Jaehon Kim, ortopeda y cirujano de mano.
Dijo que por eso es de suma importancia que el paciente que ha sufrido un trauma de mano sea referido a un servicio médico especializado en esa área, porque el éxito de recuperar la funcionabilidad depende del cirujano y la técnica que se utilice en el procedimiento.
Señaló que el hospital Mount Sinaí recibe pacientes de ese tipo referidos de diferentes áreas y reveló que en su práctica médica tiene una alta casuística de pacientes. Entiende que si se logra recuperar entre 75 u 80 por ciento de la función de la mano, la cirugía fue exitosa.
Para los pacientes de edad más avanzada, la función de la mano se puede recuperar en 50%, pero que por lo general ese tipo de heridas se ve en hombres jóvenes. Explicó que aunque no es muy común en la ciencia médica se realizan trasplantes de manos, mayormente en traumas de guerra, pero que lo que se hace frecuentemente es el reimplante de mano, y que en Estados Unidos ve casos de riña, pero también de accidentes usando sierras y pérdida de dedos por el uso de máquinas para retirar la nieve.
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