Mella recibe a un IDSS sumido en grave crisis.
El personal confía en que sus habilidades y conocimientos permitan salir a flote.
El doctor César Mella acaba de asumir la dirección del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), encontrando allí un cuadro, más que halagüeño, muy crítico: Atrasos de entre cuatro y cinco meses en la entrega de subvenciones, falta de equipos básicos y tecnológicos, carencia de medicamentos e insumos, deudas y cierre de crédito de por los suplidores, huelga del personal de limpieza por atrasos en los pagos de sus sueldos, deterioro de su planta física y un personal de salud y administrativo desmotivado.
Esta situación la comparte casi la totalidad de los 20 hospitales, 29 policlínicas y 65 consultorios que componen la red de centros de servicios médicos del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), siendo parte de las carencias y dificultades que deberá enfrentar el doctor César Mella, tras asumir la dirección de esa institución tripartita, puesto al que fue juramentado el pasado viernes, en sustitución del doctor Sabino Báez.
De ahí, que de acuerdo a dirigentes médicos, el reconocido psiquiatra tendrá que aplicar muy bien sus conocimientos de psiquiatría para poder salir a flote en esa responsabilidad y evitar afectar “su propia salud mental”.
Declarada recientemente por el doctor Báez como una institución “asfixiada económicamente”, ya que los 272 millones de pesos que recibe mensualmente sólo alcanzan para el pago de la nómina, el IDSS cuenta, en todas sus áreas de negocios, con 10,250 empleados, de los cuales cerca de 5,600 es personal de salud, entre ellos 2,300 médicos y 1,888 enfermeras, además de bioanalistas, odontólogos, farmacéuticos, entre otros, con sueldos que van desde 29,000 a 50 mil pesos al mes.
Previo a esa confesión, la Agrupación Médica (Amidss) había declarado los hospitales en “estado de crisis”. Las muestras han saltado a la vista: el hospital de La Mujer Dominicana, el principal centro de maternidad del IDSS en la capital, cerró por decisión de sus directivos, sus servicios de internamiento, partos y cirugías porque las carencias ponían en peligro la vida de la madre y del recién nacido.
En el hospital Salvador B. Gautier, su buque insignia de años, además de hacinamiento en su área de emergencia, cuenta con escasas camas de internamiento, déficit de ventiladores para su unidad de cuidados intensivos y equipos indispensables para garantizar la correcta formación de sus médicos residentes.
Días atrás los atrasos en los pagos llevaron a que le cortaran la energía eléctrica al hospital Estrella Ureña, de Santiago, justo cuando varios niños dependían de ventilación, lo que obligó a la intervención de la gobernadora civil para su reposición, mientras en el hospital de San Pedro de Macorís, médicos confiesan, que hay que mandar fuera hasta una simple muestra de orina, ante la falta de reactivo en su laboratorio.
Fuente: http://listindiario.com/la-republica/2016/06/27/424699/mella-recibe-a-un-idss-sumido-en-grave-crisis
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