Legado hermanas Mirabal fue centro de atención en ONU
El sacrificio de las hermanas Mirabal no fue en vano, contribuyó significativamente al restablecimiento de la democracia dominicana y 64 años después, ellas siguen siendo un faro de luz, una fuente de inspiración y un símbolo de la lucha para la erradicación de todas las formas de violencia en el mundo.
Con esas emotivas palabras, la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, evocó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el legado indeleble de las Mirabal, tres hermanas dominicanas asesinadas en la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
En ocasión del 25 aniversario de la conmemoración del “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebró ayer una reunión de alto nivel que sirvió de llamado de atención a los países signatarios de la Declaración de Beijing para que redoblen los esfuerzos encaminados a erradicar todo tipo de violencia contra mujeres y niñas.
La sesión inaugural comenzó con un emotivo homenaje a las Mirabal contenido en un audiovisual en el que también se destacó el impacto de los movimientos feministas en favor de hacer valer la participación y los derechos de las mujeres.
A nombre de la familia Mirabal, habló Minou Tavárez Mirabal, presidenta del Consejo Directivo del Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas de la Corte Penal Internacional.
En su intervención, recordó ese fatídico 25 de noviembre de 1960 en el que asesinaron a golpes y a palos a su madre, Minerva; y a sus tías Patria y María Teresa Mirabal por oponerse impetuosamente a un régimen tirano ultratotalitario y fuente de inspiración de gobiernos autoritarios.
La valentía y firmeza de estas hermanas fueron elogiadas por Sima Sami Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres. “Han pasado 25 años desde que en esta misma sala, los estados miembros aprobaron una resolución histórica que nombraba el 25 de noviembre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que se eligió para honrar a las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, cuyo valor y resistencia a la opresión se alzan como un símbolo en la lucha por los derechos de la mujer y la justica”, expresó.
Tras agradecer a la misión dominicana en la Naciones Unidas por la organización del evento, externó su preocupación por el flagelo de la violencia que cada año apaga miles de vidas en el mundo. “Hoy quiero hacer sonar la alarma, porque según los nuevos datos publicados hoy por ONU-Mujeres, sabemos que una mujer o niña muere cada diez minutos por una pareja o un miembro de su familia”, expuso.
“Seis van a morir en lo que dura esta reunión nuestra de hoy, porque en el lugar donde tenían que estar más seguras es donde menos seguras están”, dijo después de dar el dato de que un 60 % de los asesinatos a mujeres y niñas se dan en los hogares.
Una de cada tres sufre violencia
A nivel mundial se estima que 736 millones de mujeres, prácticamente una de cada tres, ha sufrido violencia física o sexual o bien ambas al menos una vez en su vida. “Esto es inaceptable”, fustigó el presidente de la Asamblea General, Philemon Yang, en su discurso y exhortó a fomentar de manera activa las políticas y programas que frenen las causas profundas de la violencia contra mujeres y niñas.
“Debemos poner fin a las leyes y normas sociales discriminatorias. También es necesario implementar marcos jurídicos robustos y políticas robustas para hacer valer la igualdad de género y los derechos de la mujer”, declaró.
En su alocución, destacó que en la declaración de 1993 sobre eliminación de la violencia contra la mujer y la declaración de Beijing de 1995 así como su plataforma de acción se prioriza poner fin a la violencia como punto esencial para alcanzar la igualdad de género. Sin embargo dijo que “nos encontramos hoy con que hay una falta de observancia, además de la falta de voluntad política, lo que limita el desarrollo de estas medidas. Las mujeres y niñas siguen siendo asesinadas y afectadas debido a su género”
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