Crean sistema inalámbrico para cargar baterías de los autobuses
El transporte público de Londres es uno de los más icónicos del mundo pero también uno de los más antiguos y corre riesgo de quedarse obsoleto.
Ahora las autoridades están probando una actualización tecnológica en los icónicos autobuses rojos de dos pisos: un sistema inalámbrico de recarga de batería que los mantenga activos incluso mientras trabajan en ruta.
El nuevo Routemaster
El modelo más famoso de autobús londinense es el conocido como Routemaster, de 1950, con su famosa plataforma abierta en la parte trasera para que los pasajeros puedan subir y bajar fácilmente.
Los Routemaster funcionaron de manera regular hasta que los retiraron en 2005. Hoy sólo operan algunos en rutas turísticas.
Pero en 2012 una nueva versión del modelo volvió a la capital, encarnado en el New Routemaster. Estos autobuses funcionan con un motor híbrido, diésel y eléctrico.
Ahora, las autoridades del transporte en Londres, TFL por sus siglas en inglés, planean llevar el modelo eléctrico al siguiente nivel, introduciendo la recarga inalámbrica a partir de 2015.
El plan es mantener siempre cargada la flota de autobuses de la ciudad, incluso mientras están en funcionamiento.
“Somos muy conscientes del impacto ambiental, tanto en términos de la calidad local del aire como de producción de CO2″, dijo Mike Weston, director de autobuses para TFL.
“Estamos viendo mucho más interés en la electrificación completa de los autobuses, y esto no es algo sólo en Reino Unido sino en toda Europa y en muchas otras partes del mundo“.
Sistema inalámbrico
La clave de estos planes está en lo que denominan “cargado de oportunidad”.
Como usuarios es frecuente que carguemos nuestros móviles a intervalos, cuando vemos que hay un enchufe disponible o tenemos una oportunidad de diez minutos para prevenir quedarnos sin batería.
De una manera similar, las autoridades del transporte de Londres creen que los autobusespodrán recargar parcialmente sus baterías durante intervalos de tiempo en los que están parados para prolongar al máximo el tiempo en que pueden circular sin necesidad de recurrir al consumo de diésel.
“Muchos de los autobuses de dos pisos operan durante 19 o 20 horas al día”, dice Weston.
Uno de esos momentos de recarga inalámbrica será cuando los autobuses lleguen al final de sus rutas. Entonces aparcarán sobre una placa de inducción, que cargará sus baterías a una velocidad de 10kw cada cinco minutos.
Esta tecnología es bastante simple, similar a la manera en que se pueden cargar los cepillos de dientes sin necesidad de conectarlos a la electricidad.
Placas en el suelo
El autobús tendrá que estar aparcado justo encima de una placa de inducción en el suelo, que encajará con otra instalada en la parte de abajo de los vehículos.
El espacio entre las mismas debe ser de unos 15 centímetros así que el autobús debe “descender” para cargar, un movimiento que realiza mediante la bajada de suspensión, de la misma manera que lo hace para permitir el acceso fácil de los pasajeros.
Mediante este método, el conductor no necesita salir y entrar del autobús ni utilizar cables de cargado, de manera que se utiliza al máximo el tiempo “libre” en que el autobús está parado.
Durante las pruebas los vehículos todavía utilizarán el motor diésel como plan B, en caso de que el autobús no pueda llegar a la terminal, por ejemplo “si se queda atrapado en el tráfico o si lleva retraso”, dijo Weston.
Pero Weston confía en el plan, siempre y cuando los autobuses pasen el tiempo suficiente en las terminales a ambos extremos de sus rutas. “Deberíamos poder operar con el motor eléctrico el 80% del tiempo”
Atentos a qué pasa en Londres
Muchos expertos en transporte y autoridades urbanas estarán pendientes de las pruebas en Londres.
“El tema con los autobuses es que sí se tienen que parar en las paradas y en los extremos de las rutas. Así que hay estos períodos de tiempo en que están parados. Es una buena manera de probar el cargado inalámbrico estático“, dice Richard Sassoon, director de un proyecto sobre el clima global y la energía en la universidad estadounidense de Stanford.
Cerca de Londres, en la localidad de Milton Keynes, también se está probando esta tecnología de inducción en las mismas paradas del autobús.
Y en Corea del Sur experimentan con un sistema que utiliza el cargado de inducción con vehículos en movimiento.
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