La verdadera historia de la habitación 404.
Cualquier usuario de Internet ha visto alguna vez cómo su navegador mostraba el famoso error 404: file not found, indicando que no es posible mostrar la página que hemos solicitado. También es posible que hayáis leído algún artículo sobre la famosa habitación 404 del CERN, una de las leyendas urbanas tecnológicas más extendidas que intentaremos desmitificar en el siguiente artículo.
No, en esta foto no aparece la habitación 404. Es el edificio 31 del CERN.
Habitación 404, la leyenda
Remontémonos al comienzo de la década de los noventa. En el CERN de Ginebra (Suiza) un grupo de físicos dirigidos por Tim Berners-Lee (reconocido popularmente como el “padre de la web”) sienta las bases de la Internet que conocemos actualmente, incluyendo el código HTML con el que están construidas las páginas y los códigos de estado HTTP, claves para establecer un protocolo de comunicación común.
Para alojar la infraestructura de esta red primigenia usaron las propias instalaciones del CERN y eligieron la habitación 404 para montar una base de datos central, donde un grupo de personas (sí, suena increíble) se encargaban de localizar y enviar cada archivo de manera manual a través de la red. Cuando no eran capaces de localizarlo o simplemente el archivo no existía, enviaban el siguiente mensaje: “Room 404: file not found”.
Lo más parecido que hemos encontrado es la R-404, un cubículo cerca de los baños.
Cuando Internet comenzó a extenderse el código 404 se mantuvo como representación digital de que el servidor no ha encontrado el recurso que pide nuestro navegador, y por ello es imposible mostrar la página.
Habitación 404, la realidad
La historia anterior es fantástica pero, lamentablemente, también es absolutamente falsa. Se trata de una de las leyendas urbanas (también conocido como hoax en el argot de Internet) más extendidas en los últimos años y no resulta difícil encontrar cientos de páginas que la dan por absolutamente cierta (algunas incluso ponen una fotografía de la supuesta habitación).
Tim Berners-Lee con el NeXT que usó para inventar la web.
Esa habitación simplemente no existe (o sí, como véis en el mapa, pero no tiene nada que ver con Internet). No hay ningún cartel en la puerta ni se ha conservado como “el lugar donde nació” Internet. En el CERN, el sistema de numeración de oficinas tiene tres cifras pero la primera solo indica el número del edificio donde se encuentran y, en el 4, la primera es la 002 y la última la 066 (si queréis investigar podéis ver un mapa interactivo en este enlace). La placa conmemorativa (que, por supuesto, no está en la puerta de ninguna habitación 404) señala que los equipos de trabajo se instalaron en una oficina del edificio 31 (Computing and Networking División) y otra en el edificio 2 (Computing for Physics Division).
Placa conmemorativa del nacimiento de la web en el CERN.
La explicación exacta (y probablemente más aburrida) es la siguiente: cuando el navegador solicita un documento HTML y el servidor responde con el error 404 está indicando que ha sido capaz de comunicarse con la máquina que aloja la página, pero que el archivo que estamos solicitando no existe. El primer 4 de código indica un error del cliente (puede ser una url mal escrita), mientras que el 04 señala el subtipo de error “not found”.
Solo un último apunte histórico; se considera que la habitación donde “nació” Internet es la 005, situada en el edificio número 1 del CERN (no os perdáis este genial artículo sobre el tema). Una pequeña oficina donde tres ordenadores NeXT albergaron las primeras pruebas del invento que cambió el mundo. El NeXT original de Tim, que puede verse la exposición Microcosm, todavía tiene pegada una etiqueta con el mensaje: “Esta máquina es un servidor. ¡No apagar!”
Fuente: http://www.muycomputer.com/2014/02/11/la-verdadera-historia-de-la-habitacion-404
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