Creación espontánea
Por Yaniris López
No les cuestione de mala forma si los ve embarrados, creando escenas de seres y paisajes fantásticos que no siguen la lógica natural, o colocando sobre los hombros del hermanito, en el dibujo que le ha tomado largos minutos, un sol en lugar de una cabeza.
Como actividad lúdica, los niños encuentran en dibujar, pintar y colorear satisfacciones que van más allá de una asignación escolar o una actividad familiar.
“A los niños les encanta crear, especialmente cuando la decisión viene de ellos y no tienen que copiar patrones dados por los adultos”, dice la estadounidense Mary Ann Kohl, autora de más de 20 libros de arte para niños.
Kohl suele decir que cuando los niños descubren que el arte no tiene una forma correcta o incorrecta, sus ojos se iluminan con incredulidad durante unos 30 segundos y entonces se sumergen en el proceso y en los materiales que tienen a mano.
“Son como exploradores en un mundo nuevo. Los resultados pueden ser emocionantes, pero es el proceso el que marca su espíritu creativo”.
SOBRE LA ENSEÑANZA DE LAS ARTES PLÁSTICAS
Para la reconocida artista y maestra costarricense Albertina Moya, la educación artística es una fase de la educación general que, como asignatura, facilita al niño un desarrollo en su lenguaje de línea, color y forma por medio de las más diversas técnicas.
“Sus experiencias artísticas tienen carácter propio. Es creador y se siente orgulloso de serlo. Siempre está ansioso por contar sus cosas. El arte en el niño no es imitación, es creación, es espontáneo y se basa en experiencias muy personales. Por eso, al elaborar un programa de arte, debe tomar en cuenta estos factores”, dice Moya en “Aplicación de las artes plásticas a la enseñanza primaria” (Ed. EUED, Costa Rica).
Lo importante es el proceso
En arte infantil, “lo importante es el proceso, no el producto”. La frase es de Mary Ann Kohl, maestra infantil que se ha dedicado a la publicación de libros y proyectos de arte para niños.
En su libro “Arte infantil: actividades de expresión plástica para niños de 3-6 años” (Ed. Narcea, 2005), la hoy retirada profesora de educación infantil señala que los niños hacen arte para conocer, explorar y experimentar, y que en ese proceso descubren el misterio, la creatividad, la alegría y hasta la frustración.
El título original de la obra, de hecho, publicada en 1994, es “Arte preescolar: es el proceso, no el producto”. ¿Qué significa? “Ö que podéis explorar los materiales y disfrutar con lo que salga. No tendréis que copiar lo que haga una persona adulta, ni siquiera tratar de hacer lo mismo que los amigos o amigas. En cuestión de ideas creativas nada está mal ni bien. Solo importa lo que vosotros prefiráis. Vosotros sois los artistas”.
Es más, a la autora le parece bien que los niños no quieran conservar el trabajo que acaban de hacer. “Podéis tirarlo o llevarlo a casa o hacerlo pedacitos para pegarlos en otro lado. Divertíos creando”.
“La obra resultante ñtanto si se trata de un bulto informe y pegajoso como si merece exponerse en una galería de arte- para el niño o niña no es más que un resultado, pero no la razón principal de hacer arte.
“El arte permite a los niños y niñas explorar y descubrir su mundo. Unas veces, el proceso es solo una sensación de tener pintura pegada en los dedos, pero otras es el misterio de la mezcla de los colores o la sorpresa de ver cómo evoluciona una pintura realista cuando se añaden al azar unas manchas”.
CONSEJOS PARA LOS ADULTOS
* Le harían bien al pequeño artista si, como sugiere Kohl, acompañan el proceso de creación con estos comentarios:
“Háblame de tu pintura. ¿Qué parte te ha gustado más? Has usado muchos colores. ¿Has disfrutado? ¿Qué te ha parecido pintar? ¡El amarillo destaca tanto al lado del rojo! ¿Cómo has hecho un dibujo tan grande? Veo que la pintura es marrón, ¿qué colores has empleado?”
* Kohl recomienda proporcionar al niño materiales interesantes para él y observar lo que es capaz de hacer por sí mismo en lugar de indicarle lo que tiene que pintar.
“Tal vez resulte mucho más interesante pintar sobre un trozo de papel brillante o con una pluma en vez de un pincel, sin tener idea de lo que pude suceder, que seguir indicaciones de una persona adulta acerca de lo que hay que hacer.
* Obsérvelo mientras crea, así sea discretamente.
“El proceso de expresión plástica es una maravilla que exige observación. Observe cómo van descubriendo los niños y niñas sus propias capacidades y la alegría de la creatividad”, escribe Kohl.
FUENTE: http://www.listindiario.com/la-vida/2014/11/10/344761/Creacion-espontanea
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