La cafeína fortalece la memoria, demuestra un estudio.
Hasta ahora, no habían podido demostrarse los efectos positivos de la cafeína en la memoria. Pero un estudio ha constatado que 200 miligramos de esta sustancia (el equivalente a una o dos tazas de café, si son pequeñas) ayudan a fijar con nitidez nuestros recuerdos. Otros hábitos cotidianos que también refuerzan la memoria son el consumo de pescado o la lectura de libros de ciencia ficción, reveló una investigación previa. Por Marta Lorenzo.
La cafeína es consumida a diario por millones de personas en el mundo por sus propiedades estimulantes. Pero esta sustancia tiene otra importante ventaja: potencia la memoria, han descubierto investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.
Hasta ahora, los efectos de la cafeína sobre un tipo de memoria concreto, la memoria a largo plazo (MLP), no se habían examinado a fondo. A partir de los pocos estudios realizados al respecto, se había establecido que la cafeína tenía poco o ningún efecto sobre esta forma de memoria, que nos permite almacenar recuerdos por un plazo de tiempo que puede prolongarse desde unos pocos días hasta décadas.
Pero el investigador de la Universidad Johns Hopkins, Michael Yassa, y su equipo han demostrado que esta sustancia, descubierta en 1819 por el químico alemán Friedrich Ferdinand Runge, sí refuerza la MPL. En su investigación, detallada en Nature Neuroscience, se reveló en concreto que la cafeína mejora los recuerdos, al menos hasta 24 horas después de su consumo.
"Siempre hemos sabido que la cafeína tiene efectos cognitivos positivos, pero hasta el momento no se había examinado con detalle en humanos su influencia en el fortalecimiento de los recuerdos", explica Yassa en un comunicado de dicha Universidad.
Resultados obtenidos
Los científicos llevaron a cabo un estudio doble ciego en el que se suministró, a participantes que regularmente no consumen productos con cafeína, bien un placebo bien una dosis de cafeína de 200 miligramos, cinco minutos después de que se estudiaran una serie de imágenes. Esa cantidad de cafeína equivaldría a una o dos tazas de café, si son pequeñas.
Los investigadores tomaron muestras de saliva de todos ellos antes de tomar dichas dosis, con el fin de medir sus niveles de cafeína. Una hora, tres horas y 24 horas después de consumirlas, fueron recogidas nuevas muestras de saliva de los participantes.
Al día siguiente, se puso a prueba la capacidad de éstos para reconocer las imágenes estudiadas el día anterior. En esta prueba, algunos de los efectos visuales eran los mismos que los del día anterior, pero también hubo adiciones o imágenes que se parecían a las previas, sin ser las mismas.
Los resultados obtenidos demostraron que las personas que habían consumido cafeína identificaron las imágenes como "similares", en lugar de confundirlas con las originales, mejor que los miembros del grupo al que se le había suministrado un placebo.
La capacidad del cerebro para reconocer la diferencia entre dos elementos similares, pero no idénticos, refleja un mayor nivel de retención de la memoria, explican los investigadores. "Si hubiésemos hecho una tarea de memoria de reconocimiento estándar, sin artículos similares, no habríamos detectado el efecto de la cafeína", señala Yassa. Con el uso de estos elementos, que requieren que el cerebro haga una discriminación, que aplique lo que se denomina un ‘patrón de separación’, se ha demostrado que la cafeína refuerza el proceso memorístico, añade.
Siguiente paso
El centro de la memoria en el cerebro humano es el hipocampo, un área en forma de caballito de mar ubicada en el lóbulo temporal medial del cerebro, y que funciona como una caja de conmutación de todos los recuerdos que conservamos a corto y largo plazo.
Casi todas las investigaciones sobre los efectos en la memoria de conmociones cerebrales, de lesiones de guerra o de demencia por el envejecimiento de la población se centran en esta zona del cerebro. Pero este estudio difiere de experimentos anteriores porque los sujetos tomaron la cafeína sólo después de haber visto y de intentar memorizar las imágenes.
"En casi todos los estudios de este tipo previos se suministró la cafeína antes de la memorización por lo que, de producirse una mejora en la memoria, no quedó claro si fue debida a los efectos de la cafeína sobre la atención, la vigilancia, el enfoque u otros factores", explica Yassa.
"Administrando la cafeína después del estudio de las imágenes, pudimos descartar todos estos efectos, y nos aseguramos de que cualquier mejora se debiese sólo a la memoria, y no a cualquier otra causa”.
"El siguiente paso será descubrir los mecanismos cerebrales que subyacen a esta mejora con técnicas de registro de imágenes cerebrales", añade Yassa. Todos estos conocimientos serán importantes porque la cafeína ha sido relacionada con una longevidad saludable, y podría tener algunos efectos protectores contra el deterioro cognitivo provocado por trastornos como el Alzheimer.
Otras formas (sencillas) de mejorar la memoria
Este hallazgo también resulta importante porque la cafeína es una sustancia de consumo cotidiano. En 2006, un estudio realizado en Australia reveló otros hábitos diarios que de igual forma nos pueden ayudar a mejorar la memoria: ver la televisión menos de una hora al día, leer libros de ciencia ficción, jugar a juegos de mesa o comer pescado a menudo.
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