La especialista en medicina estética, Margaret Rodríguez, advirtió que en República Dominicana se ven muchos casos de personas que no son médicos de profesión, practicando la medicina estética.

Rodríguez agregó que este tipo de medicina se ejerce con cursos estéticos que han hecho muchas mujeres, pero que se dan por la poca supervisión que existe en el país.

“Ningún otro personal que no sea médico puede inyectar principios activos en la piel”, agregó la especialista.

La especialista fue entrevistada por la periodista Martina Espinal en el programa “Alpunto vespertino”, que producen Tomás Aquino Méndez y Ramón García, para EN televisión.

Allí aseguró que la estética es esa parte de la medicina que incluye procedimientos mínimamente invasivos. “Es la parte que lleva inyectología, como el famoso botox, de los rellenos, de los hilos, del plasma y todo aquello que incluya agujas”, explicó, al tiempo de recalcar que solo son procedimientos que incluyan agujas y algunos tipos de láser específicos para médicos.

La especialista puso como ejemplo a alguien que trabaje asistiendo a un médico y crea que ya conoce la técnica porque aprendió viendo cómo se hace. “Cree que ya puede irse a su casa a poner plasma, o a un salón o gimnasio”, añadió.

Contó que actualmente se puede ver cómo hasta en los gimnasios cualquier persona pone alcachofas y otros principios activos que se utilizan para trabajar grasas localizadas.

“El botox lo ponen donde sea”, explicó, además, dijo que las personas que utilizan estos servicios normalmente no investigan si el personal que se lo aplicará estudió, dónde se formó o si tiene alguna experiencia en el área.

Agregó que una gran debilidad que existe en la población dominicana es que buscan estos servicios y productos donde les resulte más barato.

“Digamos que no son caros, solo que deberían estar destinados a una población que entienda la necesidad de cuidar su salud para que esta se exprese en la belleza”, refirió Rodríguez.

Precisó que no es lo mismo ponerse una crema comprada en Amazon "porque la compré y me gustan las cosas caras" a un médico estético o dermatólogo que indique la que una persona necesita dependiendo su edad, tu biotipo de piel o el fototipo en el caso de otros productos.

“El personal de salud, dígase médico, dermatólogo, cirujano, tenemos un conocimiento específico de la anatomía. Quien no tenga un conocimiento adecuado de la anatomía e inyecta en una arteria o en un nervio, puede producir lo que se llama iatrogenia", explicó.

En ese orden, dijo que cuando se producen este tipo de cosas el paciente tiene a quien reclamarle, ya que el médico conoce el principio activo si el paciente presenta una reacción al medicamento. “El médico tiene como responder, porque para eso es médico porque conoce farmacología, farmacodinamia, farmacocinética y conoce de principios activos”, añadió.

En caso de ser una persona que aprendió porque miró y porque alguien le dijo, advirtió que “obviamente si le ocurre una reacción no va a saber qué hacer y por ahí vienen los problemas”.

Complicaciones

Dentro de las complicaciones más comunes que ocurren están la necrosis y los hematomas que pueden ser demasiado grandes, destacando que incluso los mismos médicos pueden tener complicaciones.

“Yo como médico puedo responder a una infección, pero el que te lo puso en el gimnasio o en el salón no”, agregó Rodríguez, quien pidió a las sociedades de Medicina Estética en el país que junto al Colegio Médico Dominicano (CMD) trabajen para que los intrusos de la estética no sigan ejerciendo.

Dijo que es importante que la población sepa la diferencia entre un cosmetólogo, un médico estético y un cirujano; los cosmetólogos y cosmiatras trabajan la parte estética técnica que no incluye nada invasivo ni inyectología, mientras que los médicos estéticos trabajan técnicas mínimamente invasivas.

Agregó que cuidarse el rostro viene desde adentro, “no solo es ir a un centro a hacerse lo que se quiere”, indicó.

La especialista consideró que la nutrición se debe cuidar y se deben utilizar productos acordes a la necesidad y condición de las personas.