El Banco Mundial aprobó hoy un proyecto de US$190 millones para fortalecer la capacidad de brindar servicios de salud de calidad en la República Dominicana, en particular para beneficiar a las poblaciones pobres y vulnerables, que dependen en mayor medida del sistema de salud pública. También se centrará en mejorar la atención materna y neonatal.

El proyecto tiene dos ejes principales: ayudar a los establecimientos de servicios de salud pública a cumplir con los criterios para obtener su habilitación, y aumentar las capacidades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MISPAS) para desempeñar su rol de rectoría.

«El apoyo del Banco Mundial a través de su experiencia técnica, mejores prácticas y estándares internacionales, y el financiamiento de proyectos estructurantes priorizados de nuestro Plan estratégico Nacional de Salud vigente al 2030, será clave para acercar la salud de calidad a todos los hogares dominicanos”, destacó el Dr. Daniel Rivera, ministro de Salud Pública.

El Programa de Apoyo al Fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud apoyará a los establecimientos de salud públicos, principalmente de atención primaria, para que alcancen los estándares de infraestructura y equipamiento necesarios para obtener su habilitación, lo que puede ser un cuello de botella en la capacidad de brindar servicios de salud pública de calidad. Se espera que al menos 250 establecimientos de salud obtengan su habilitación a través del proyecto.

Se prestará especial atención al diseño e implementación de la estrategia de Cuidado Unificado para la Calidad de la Atención Materno-Neonatal o CUNA. Se espera que los hospitales que implementen esta estrategia aumenten sus puntajes de calidad materna y neonatal en un 20 por ciento.

«La República Dominicana está invirtiendo en servicios de salud de alta calidad para garantizar que todos tengan la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial y capital humano», dijo Alexandria Valerio, representante del Banco Mundial para la República Dominicana. «Apoyaremos estas inversiones en salud para impulsar los ingresos futuros del país, aumentar la productividad de las próximas generaciones y contribuir a reducir la pobreza y la desigualdad».