El frío invernal favorece la deshidratación de los labios, sobre todo en climas secos. Al no contener glándulas sebáceas, son más susceptibles a sufrir sequedad y agrietamiento. Tanto la falta de humedad en el aire durante esta estación como la frecuente exposición al sol durante el verano hacen que requiramos más hidratación para evitar que se corten los labios, por eso, al igual que nos preocupamos de hidratar nuestro rostro, es importante no descuidar nuestra boca en esta época del año.

Rosalía Gozalo, famacéutica y vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) nos cuenta cómo prevenirlos y qué remedios aplicarnos cuando tenemos los labios agrietados y secos.

La experta señala algunas de las causas por las que se producen:

Factores externos como el viento, la sequedad ambiental, las radiaciones solares y cambios bruscos de temperatura.

Productos de belleza como labiales y brillos, sobre todo los que contienen alcohol.

Cambios hormonales bruscos.

Determinados medicamentos como los que contienen vitamina A, retinoides, quimioterapéuticos, etc.

Uno de los primeros consejos de la especialista cuando notamos que tenemos los labios secos es intentar no respirar por la boca o humedecerlos con saliva, ya que solo empeorará la situación. “La saliva se evaporará rápidamente y aumentará la sequedad. Podemos protegerlos cubriéndolos con una bufanda si hay un clima frío y utilizar un humidificador en casa”, apunta.

Remedios para combartirlos

Aunque sea debido a causas distintas, todas derivan en la deshidratación de la piel de la boca, por eso, Gozalo recomienda beber mucho líquido y aplicar productos específicos.

“Podemos usar un hidratante para labios que contenga aceite, cera de abeja o vaselina y usar protector solar FPS 15 como mínimo y mucho más alto cuando debemos protegernos en situaciones de sol intenso como las que se dan en verano o en la nieve”. La experta señala que estas precauciones evitarán que los rayos perjudiciales del sol dañen los labios y aumenten la sequedad y las grietas.

Otros de los remedios que sugiere son:

Usar emolientes con propiedades suavizantes e hidratantes, por ejemplo, aceite de coco. “Está enriquecido con vitamina E, un importante antioxidante que reduce la formación de radicales libres y con grandes propiedades astringentes y calmantes”, explica la vocal del COFM.

Incorporar plantas medicinales como el hamamelis o la melisa, por sus propiedades astringentes y calmantes. “Usar, especialmente, balsámicos, que ayudan a recuperar la normalidad de la piel de los labios proporcionando un agradable bienestar”.

Utilizar aloe vera, aceite de rosa mosqueta y manteca de karité.

Si, teniendo en cuenta estos consejos la sequedad persiste, Gozalo asegura que podría ser indicador de alguna enfermedad como la queilitis o la enfermedad de Kawasaki. También podría deberse a la falta de vitaminas como la niacina (vitamina B3), que contienen alimentos como la ternera, el pollo, el pescado o los cacahuetes.

En esos casos, la experta considera imprescindible contactar con un dermatólogo. Por último, Gozalo recuerda que los labios agrietados también pueden darse en personas con desnutrición y deshidratación, además de personas que sigan un régimen alimentario restringido, como los vegetarianos o los veganos.