¿Qué esconde el agua que bebemos?
Beber agua es esencial para el ser humano. Lo que quizás no sepas es que además de H2O estás bebiendo otros componentes.
Más de un 70 % de nuestro cuerpo está formado por agua, por lo que es vital para su correcto funcionamiento.
Se recomienda tomar entre 1,5 y 2 litros de agua cada día. Pero, ¿sabes qué otros componentes lleva el agua del grifo que bebes habitualmente?
Un vaso de agua, a examen
El agua del grifo llega a casa potabilizada y apta el consumo. Sin embargo esto no quiere decir que el agua llegue totalmente pura, sin ningún otro componente. Estos son los elementos que contiene el agua que bebemos:
- Cloro: para que el agua sea potable hay que someterla a un proceso de desinfección con cloro, con el objetivo de acabar con diferentes gérmenes, bacterias, parásitos o virus, que podrían ocasionar enfermedades.
En pequeñas concentraciones el cloro es inocuo para la salud, pero tiene compuestos tóxicos como los trihalometanos (THM) que llegan a nuestro organismo. Una presencia excesiva de cloro afecta a la calidad del agua y también a nuestra salud.
- Plomo: las viejas tuberías por las que pasa el agua en algunas zonas terminan dejando restos de este metal en el agua. Un agente tóxico que no resulta nada saludable.
- Metales pesados: además de plomo, el agua puede contener restos de otros metales pesados como cobre, zinc, hierro, flúor e incluso arsénico. Eso sí, las plantas potabilizadoras tienen que controlar la concentración de estas sustancias para que no resulten nocivas.
- Polonio: es una sustancia radiactiva que está presente de forma natural en el agua, el suelo y la atmósfera. Tanto en el agua del grifo como en el agua embotellada puede haber polonio. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Sevilla y del Centro Nacional de Aceleradores sobre 32 marcas de agua mineral, detectó que las concentraciones de polonio radiactivo en algunas muestras eran 100 veces superiores al que había en el agua del grifo. En todos los casos en valores que no implican un riesgo para la salud.
- Restos de pesticidas y fertilizantes: se trata de sustancias que se utilizan en agricultura para mantener los cultivos y cuyos restos acaban llegando a los ríos y lagos y, en pequeñas proporciones, pueden acabar en el grifo de casa.
- Restos de medicamentos: algunos fármacos, o restos de ellos, terminan en los ríos y pantanos. En 2008 el Servicio Nacional de Geología norteamericano estudió agua en varios estados y encontró hasta 85 compuestos orgánicos diferentes en las redes de suministro público, entre ellos trazas de anticonceptivos. Se piensa que pudieron ser filtrados desde fosas sépticas cercanas a los pantanos. Eso sí, las concentraciones son muy bajas.
¿Mejor el agua embotellada?
Se han realizado diferentes investigaciones sobre el tema y no se han encontrado grandes diferencias entre ambas. Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 2013 llegó a la conclusión de que no hay grandes diferencias cualitativas entre ambas alternativas, a excepción de las localidades donde el agua no es de calidad. Se estudiaron 62 municipios y solo 7 de ellos contaban con residuos que mostraban un mal tratamiento al potabilizar esa agua.
Por lo tanto, su conclusión fue que la elección de un agua u otra dependerá de los gustos del consumidor en cuanto al sabor pero no en función de cómo afecta a la salud.
Fuente: http://www.miarevista.es/salud/articulo/que-esconde-el-agua-que-bebemos-441490178485
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