Beber mucha agua reduce el azúcar, el sodio y la ingesta de grasas.
Teniendo en cuenta que cerca de dos terceras partes de nuestro organismo están compuestas de agua, puede parecernos obvio que el consumo de agua es importante para nuestra salud. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Illinois (EE.UU.) también ha descubierto que aumentar nuestro consumo habitual de agua puede ayudarnos a controlar nuestro peso, reduciendo la ingesta de azúcar, sodio y grasas saturadas.
¿De qué manera beber agua afecta a nuestros parámetros de salud? Partiendo de esta pregunta, los expertos utilizaron una muestra representativa a nivel nacional de más de 18.300 adultos estadounidenses de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2005-2012. Los investigadores pidieron a los participantes que recordaran todos los alimentos y bebidas que consumieran durante un periodo de 3-10 días.
Bebidas como té o café no fueron incluidas como fuente de agua natural, únicamente el agua pura. Tras analizar la cantidad de agua que capa participante consumió, sobre una base diaria de 2.157 calorías, los voluntarios consumieron alrededor de 4,2 vasos de agua, esto es, algo más del 30% de su consumo total de agua; 125 calorías de bebidas azucaradas y 432 calorías de alimentos no esenciales (dulces, postres...).
Todas aquellas personas que aumentaron su consumo de agua de uno a tres vasos al día, redujeron su consumo de energía en 68-205 calorías al día y redujeron 5-18 gramos el de azúcar y 7-21 gramos los alimentos con grasas saturadas.
“Este hallazgo indica que la promoción de la ingesta de agua simple podría ser una estrategia de salud pública útil para reducir el consumo de energía y de nutrientes específico en los adultos, sobre todo entre los jóvenes”, explica Ruopeng An, líder del trabajo.
El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Human Nutrition and Dietetics.
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