Aprende a no descuidar tu dieta en el trabajo y disfruta de una silueta envidiable
Si existe un lugar en el que resulta difícil mantener el objetivo de perder peso es el trabajo. El estrés y la ansiedad, compañeros demasiado frecuentes de la jornada laboral, pueden llegar a suponer un gran hándicap para conseguir bajar los kilos de más acumulados, así como las constantes tentaciones alimenticias, las horas frente a la pantalla de la computadora, los hábitos poco saludables, y los desajustes horarios.
Conseguir mantenerse delgado y en forma, incluso cuando se tiene un trabajo sedentario o uno que provoque altos niveles de preocupación, resulta básico no sólo por una pura finalidad estética, sino por llevarnos a un mejor estado de salud, que muchas veces se encuentra resentido por las malas costumbres. Llevar una dieta saludable nos ayudará además a ganar en autoestima y seguridad en nosotros mismos, así como a aumentar nuestro rendimiento profesional.
Si quieres conseguir perder peso incluso en la oficina, es importante que sigas unos sencillos consejos que te facilitarán el éxito en tus propósitos:
- No te saltes nunca ninguna comida. Al contrario de lo que cree un gran número de personas, saltarse comidas es una de las primeras causas de sobrepeso. Es importante ingerir cada cuatro horas aproximadamente un pequeño tentempié ligero y sano para evitar los picos de glucosa, que pueden ser malinterpretados por el organismo. Cambia los alimentos más grasos por otros saludables, como una pieza de fruta o un zumo natural.
- Socializa mientras comes. Sal a almorzar siempre con colegas del trabajo para obtener un doble beneficio, ingerir más lentamente y afianzar tus relaciones personales y profesionales con ellos.
- Come a la misma hora. Procura almorzar cada día a la misma hora para ayudar a tu organismo a procesar con mayor facilidad los alimentos. Pide a tu jefe que te respete la misma franja horaria para salir a comer, y de no ser posible, que no exista una diferencia de más de media hora entre un día y el siguiente.
- Prepara tu comida en casa. Llevar la comida preparada por ti a la oficina, y evitar los restaurantes, te resultará muy beneficioso a la hora de controlar el peso. Piensa que comer en bares impedirá que sepas con certeza como está preparado un alimento, o que cantidad de aderezos se han utilizado en su preparación.
- Olvida los dulces, bollería industrial y los aperitivos grasos de tu dieta. Nada engorda más que los azúcares y grasas de estos alimentos, que te aportarán calorías vacías sin por ello aumentar tu energía. Si tienes hambre no caigas en la tentación y escoge tortitas de maíz, un yogurt, o barritas de cereales con frutas.
- Bebe agua. Mantener el cuerpo hidratado no sólo conseguirá que disminuya la sensación de hambre, confundida en no pocas ocasiones con la sed, sino que además favorecerá el drenaje corporal ayudándote a perder volumen.
- Innova en tus platos. Ser original en tus recetas hipocalóricas te ayudará a ganar la batalla al aburrimiento en tu régimen, uno de los principales obstáculos para perder peso. Apúntate a un curso de cocina oriental o busca recetas sanas en la red para disfrutar cada día de un menú diferente en tu empleo.
- Realiza ejercicio de camino al trabajo. Compra una bicicleta o unos patines en anuncios en páginas de internet, ya que en estos sitios webs donde puedes encontrar ofertas de empleo, también localizarás numerosos objetos de segunda mano. Apuesta por la red para encontrar tu transporte saludable y gana en energía mientras acudes cada día a la oficina.
Con la colaboración de www.corotos.com.do
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