Para el gazatí Musa Ibrahim Abu Yazar, que acompaña a su primo herido por un bombardeo en su casa durante la guerra entre el grupo islamista Hamás e Israel y que es tratado en Egipto, «nadie puede imaginar» la tragedia que se vive a diario en la Franja de Gaza, aunque señala su intención de volver cuando termine el conflicto.
«La situación es extremadamente trágica en Gaza, de una manera que nadie puede imaginar», relata a EFE Abu Yazar, procedente de Rafah (sur de Gaza) desde el hospital público de Al Arish, donde decenas de heridos de la Franja han sido trasladados en ambulancia junto a sus acompañantes.
Su primo, Hasan Nashaat Abu Yazar, se recupera en una cama de es centro después de que el personal sanitario egipcio lograra sacarle una esquirla de metralla de la espina dorsal, algo que no pudieron hacer en el hospital Nasser en Gaza, desde donde fue trasladado a través del paso de Rafah.
Cientos de heridos de Gaza en Egipto
La Autoridad General de Puertos Terrestres de Egipto aseguró ayer, lunes, en un comunicado que hasta la fecha 77 automóviles han cruzado a través del paso de Rafah, que transportaban a 343 heridos y 269 acompañantes.
Además de los heridos, que han pasado a cuentagotas por el paso fronterizo para ser trasladados a hospitales en Egipto, sobre todo en el norte de la península del Sinaí, 1.269 camiones de ayuda, con un total de 219 toneladas, han cruzado hacia Gaza, según la misma fuente.
«Claro, volveré cuando termine la guerra», dijo, pero señaló que como joven no desea «volver a la situación anterior al 7 de octubre ni después del 7. Antes del 7 la situación estaba muy difícil, con el asedio y la presión, no hay trabajo… y la situación se complicó aun más después de esta operación», en referencia al ataque de Hamás en territorio israelí en el que murieron 1.200 personas.
En represalia, Israel impuso un castigo colectivo a la Franja y lanza indiscriminados bombardeos que han dejado más de 13.300 muertos -la mayoría niños y mujeres- así como más de 6.500 desaparecidos que podrían estar bajo los escombros, por lo que la cifra de víctimas mortales podría ser aún más alta.
«En cuanto a la vuelta a Gaza, aún nadie dijo nada. Tengo un tío, Salah Abu Yazar, que murió aquí en el hospital de Al Arish. Estaba en cuidados intensivos. Todavía no ha llegado ninguna información para trasladar su cuerpo y enterrarlo en Gaza. Aún no sabemos nada», subrayó.
Egipto no ha informado hasta el momento del número de fallecimientos de las personas heridas que han sido trasladadas desde Gaza.
Sin querer volver al pasado
Tarek Hamed Abu Eita, de 41 años y procedente del norte de Gaza, acompaña en el hospital egipcio a su hijo herido, que tiene contusiones en la cabeza y en el brazo.
Su padre, su esposa y otro de sus hijos murieron en el bombardeo que alcanzó un edificio aledaño a su casa, que se derrumbó y afectó directamente en su hogar, contó a EFE.
La situación antes del 7 de octubre era «igual de mala, no menos que la guerra», dijo Abu Eita, que indicó que la «situación en Gaza era peor de lo que te puedes imaginar: la gente no encuentra qué comer, no hay trabajo, hay asedio, los pasos fronterizos casi cerrados».
«No quisiera volver al pasado (…) Pero si hay un cambio para mejor, claro, querría volver, ahí tengo mi casa y mi vida. Pero no creo que nadie desee volver a las condiciones de antes», aseveró.
Echó la culpa también a «la gente que gobierna» la Franja, en referencia a Hamás, por las condiciones «muy malas, injusticia y falta de trabajo» en el enclave palestino.
«Si alguien no tiene obligaciones, no creo que vuelva. Pero en mi caso tengo que volver, por la responsabilidad», sentenció mientras acompaña a su hijo que duerme en el hospital.