La inspiración de Jasson fue su padre, quien también lo regañó cuando quiso desviarse
Esperanza, Mao Valverde
Jasson Domínguez relata que su pasión por el juego de pelota comenzó inspirado por su padre. Desde la edad de 8 años todas las tardes le acompañaba al estadio, en donde un grupo de niños se entretenía bateando, jugaba defensa y solo cuando todos se cansaban le permitían batear cinco pelotas al tiempo de concluir la jornada.
¨Fue mi padre quien me tomó de la mano y me llevó al play, en algunos momentos fruto de mi niñez, dejaba de ir a las prácticas porque me quedaba jugando nintendo, lo que provocó que mi padre se sentara a hablar conmigo, sobre si quería o no seguir jugando pelota, tras recriminarme por mis frecuentes ausencias, me habló de responsabilidad, lo hizo con toda la autoridad que tenía sobre mí y hoy gracias a eso estoy obteniendo estos resultados ¨, enfatizó Jasson con los ojos aguados.
Su padre Félix Domínguez, un ex beisbolista del equipo Ingenio Esperanza, en el béisbol amateur provincial de Valverde, hoy dedicado al comercio informal, sirvió de bujía inspiradora a su vástago para avanzar en la disciplina, que el pasado 2 de julio, ya le otorgó un bono de cinco millones de dólares y una beca de estudios por doscientos cincuenta mil.
El padre es precisamente un apasionado seguidor de los Yankees de Nueva York y los Tigres del Licey, sin embargo su vástago compartía su simpatía Yankee, pero prefiere al igual que su madre Dorca González, a las Águilas Cibaeñas, en la pelota criolla.
“Me llevó al play desde niño, siempre estuvo al tanto de lo que hacía y lo que no y se disgustaba cuando estaba en el estadio y observaba como los demás muchachos de mi generación solo me dejaban batear cinco lanzamientos, pese a que durante dos horas yo estaba en el cuadro aparando y lanzando pelotas para los demás”.
Jasson es el segundo de seis hermanos, tres varones y dos hembras, entre ellos el mayor que es Jairo, quien como él jugó pelota, coqueteó con una firma, pero luego abandonó al no lograr el objetivo. A ellos les siguen Félix Júnior, un jovencito de 14 años, de quien se espera también pueda dar el salto al profesionalismo cuando cumpla 16; Yosfelix, Sol Elpidia y Dacha.
Agradece sus inicios a la desaparecida Liga Wilfrido, que desde los ocho años le dio la oportunidad de iniciarse y a los 11 años pasó al programa de Robert Wilde Abreu (Rumi).
El cotizado prospecto realizó sus estudios primarios en la Escuela Cruce de Esperanza, desde donde pasó al liceo Matías Ramón Mella.
Allí se encuentra al momento de firmar con los Yankees, cursando el tercero de bachillerato, razón por la que se cree el equipo le ha otorgado, junto al bono de la firma por US$5,000,100.00, una beca de estudios por US$250,000.00 (doscientos cincuenta mil dólares), la que podrá utilizar para con- cluir sus estudios al tiempo que se desarrolla como pelotero.
Aunque no ha tenido tiempo de pensar qué hacer con el dinero a recibir por la firma con los Yankees, Jasson reveló que primero escuchará la opinión de sus padres, aunque piensa que es primordial comprarles una casa a ellos.
“Todavía no me he reunido con mis padres para hablar de eso, pero creo que esa será mi prioridad”, agregó.
SUS INICIOS:
“En mis inicios yo tenía mis cosas buenas, pero nunca pensé que podría desarrollarlas de tal manera, muchos pensaban que no sería pelotero profesional y comentaban que me quedaría chiquito de tamaño¨.
Agradece sus inicios a la desaparecida Liga Wilfrido, que desde los ocho años le dio la oportunidad de iniciarse y a los 11 años pasó al programa de Robert Wilde Abreu (Rumi).
“Recuerdo que siendo un niño iba diario al play Justiniano Tatis, en el Cruce de Esperanza, desde las diez de la mañana, hasta las 12:00 del mediodía, le lanzaba y cubría para todos y al final solo me lanzaban cinco bolas, como para salir de mí”.
Precario y difícil su proceso
El padre de Jasson define de muy precario y difícil el proceso de su hijo, antes de lograr su inserción en un programa de desarrollo, hasta el punto que debieron arriesgarse a enviarlo a él solo en una guagua de transporte hacia Puerto Plata, los sábados.
“No fue tan fácil para su madre y para mí, eran tiem pos muy precarios, había que mandarlo a Puerto Plata para que pudiera jugar en una liga, nosotros no teníamos vehículo y nos veíamos obligados a mandarlo en una guagua y llamar a quienes lo estaban esperando, darle el número de ficha de la guagua para que lo recibieran allá y de regreso yo esperándolo en Navarrete mediante el mismo proceso, usted puede imaginarse un muchacho menor de edad solo en un autobús, era algo que nos dejaba con el corazón en la boca”.
SU MADRE:
Su madre Dorca González describe a su vástago como un joven que desde niño ha sido muy obediente y aplicado en los estudios, y sobretodo muy respetuoso.
“Jasson ha sido un niño que ni nosotros ni los vecinos hemos tenido alguna queja de su comportamiento, es una persona que se lleva de los consejos, gracias a Dios ha sido un excelente muchacho y en la escuela muy bueno también, de hecho fue estudiante meritorio en sexto grado¨
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