Alimentos que no debes recalentar en el microondas.
Es domingo y toca vaciar los tuppers de la semana. Al abrir la nevera, una voz con acento británico truena en tu cocina. Es Jamie Oliver hablando desde el cajón de las verduras. ¡Aprouvecha las soubras! ¡Dale una nueva ouportunidat a tu coumida! ¡Silantrou a las verduras! ¡Silantrou al poullo! ¡Silantrou a ese té!
Poseída y deslumbrada, sacas el revuelto de champiñones del jueves, lo viertes en un plato, lo rocías con cilantro y lo metes en el microondas.
“No debería haber dejado el whisky escocés por los martinis” fueron las últimas palabras de Humphrey Bogart. ¿Cómo te quedas con la lucidez del protagonista de Casablanca antes de morir? Muerta. Te quedas muerta. Porque muerta te vas a quedar como ingieras ese plato de comida recalentada.
O casi. Más o menos. Algo así.
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