La seguridad es indispensable para atender la «compleja» situación sanitaria y humanitaria en Haití, sumido desde hace años en una crisis que se ha visto agravada en tiempos más recientes por la violencia armada, advirtió la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«Nada puede suceder si hay inseguridad», dijo tajantemente en una entrevista telefónica con EFE el representante de la OPS en Haití, el colombiano Óscar Barreneche.
La gravedad de la crisis golpea a sectores vitales como la salud y la educación y, aunque la ciudad más afectada es Puerto Príncipe, otras demarcaciones tampoco escapan de esta situación, señaló Barreneche, médico de profesión.
Ante este panorama, Barreneche llamó a la comunidad internacional «a no olvidar el apoyo prometido» al deprimido país, que se prepara para recibir próximamente el despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), que liderará Kenia y que cuenta con el visto bueno de Naciones Unidas.
«Sin que la seguridad regrese, es difícil garantizar los servicios» en Haití, sostuvo.
Crisis recurrentes
Desde hace décadas, este país, el más pobre de América, va de crisis en crisis, entre ellas la derivada del potente terremoto de 2010 que causó unas 300.000 muertes, el brote de cólera que surgió ese mismo año y que acabó con la vida de miles de personas y los sucesivos huracanes que no han hecho más que agravar la situación.
Muchas veces Haití «ha tenido que responder de manera simultánea a varias crisis al mismo tiempo», lo que «pone presión sobre el sistema de salud», como ocurre actualmente, cuando a la ya deteriorada situación se agrega la violencia armada, que impide a los profesionales dar un servicio adecuado, precisó este especialista.
Ello «afecta definitivamente el desempeño del país», que tiene la tasa más alta de la región en mortalidad materna, de acuerdo con Barreneche.
Fuga de médicos y colapso hospitalario
Haití tiene «graves problemas» de acceso a atención hospitalaria, medicamentos o vacunas debido a la crítica situación de inseguridad, que también tiene consecuencias sobre el personal de salud, según el representante de la OPS, que, sin embargo, subrayó que tanto el Gobierno como las organizaciones humanitarias «siguen trabajando» para tratar de aliviar la crisis.
Un buen número de médicos haitianos ha decidido marcharse al extranjero, especialmente a Estados Unidos y Canadá, huyendo de la precaria situación.
En algunas zonas se calcula que entre un 15 % y un 20 % del personal sanitario ha emigrado, un porcentaje que puede llegar hasta el 30 % en otros departamentos del país caribeño, precisó Barreneche, quien describió la situación como «una hemorragia de recursos humanos» de salud, aunque, en su opinión, es algo «comprensible» dado el actual panorama.
Esto representa «un problema enorme», al que se suma que solo el 18 % de los hospitales haitianos está funcionando al 100 % de su capacidad, lo que provoca la saturación de los servicios.
El 42 % no funciona o está cerrado y el 37 % está funcionando de manera reducida, explicó el representante de la OPS, organización que colabora en centros como el Hospital Universitario La Paix y el Hospital Eliazar Germain, ambos en Puerto Príncipe, en suministros o programas con embarazadas.
La OPS también coopera con Haití en temas como el cólera, la situación de los desplazados internos y en campañas de vacunación de enfermedades prevenibles, «fundamentales para garantizar un mínimo de salud y bienestar», dijo.
A la par, esta agencia trabaja con las autoridades en la implementación de medidas de cara a eventuales situaciones de emergencia relacionadas con la temporada de huracanes, que comenzó este 1 de junio.
De hecho, precisó Barreneche, esta semana ha habido una reunión «con todos los socios humanitarios del país» para «tratar de dar el apoyo necesario» ante esta cuestión, ya que se prevé que la de este año sea una de las temporadas ciclónicas más activas e intensas en décadas.
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