Identifican el papel de una proteína como marcador de pronóstico en el cáncer de páncreas
Un equipo internacional liderado por el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia (este de España) identificó el gen HAPLN1 como marcador de pronóstico en el cáncer de páncreas, lo que abre nuevas vías en tratamientos.
La invetigación, liderada por Juan Rodríguez Vita y Francesca De Angelis Rigotti, descubrió que la proteína HAPLN1 potencia la metástasis peritoneal en el cáncer de páncreas, el más letal con una tasa de supervivencia a 5 años de únicamente el 12 %.
Durante la progresión, este cáncer evoluciona con frecuencia con metástasis en el peritoneo, una complicación muy severa que suele derivar en resistencia a terapias y otras complicaciones que disminuyen enormemente la calidad de vida de los pacientes.
En este estudio se observa que una mayor presencia en los tumores de la proteína HAPLN1 podría predecir aquellos pacientes con una mayor predisposición a padecer este tipo de metástasis, lo que abre nuevas vías en el estudio de tratamientos y estrategias para bloquearla y, con ello, poder reducir la carcinomatosis peritoneal.
Unos resultados que pueden impactar notablemente en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con cáncer de páncreas, ya que la expresión de HAPLN1 podría usarse para identificar a los pacientes que necesiten un seguimiento más exhaustivo o incluso tratamientos distintos, según informa el CIPF.
El estudio también muestra que la presencia de la proteína HAPLN1 aumenta la versatilidad de las células tumorales, favoreciendo la metástasis, proceso por el cual las células tumorales escapan de los tumores primarios (iniciales) y generan tumores en otros órganos. Esa versatilidad facilita la metástasis porque las células tumorales pueden adaptarse a nuevos ambientes diferentes del tumor primario.
Además, los investigadores observaron que estos efectos están mediados, en parte, por el factor de necrosis tumoral (TNFα), lo que abre la puerta a explorar fármacos ya utilizados previamente para bloquear dicho factor.
El siguiente paso será estudiar también el papel de HAPLN1 en otros cánceres abdominales como el cáncer de ovario, en el que el grupo tiene una gran experiencia.
Es un estudio que incluye muestras de pacientes, lo que incrementa la validez de los resultados y también explora los mecanismos moleculares, lo que permite establecer un fenómeno de causa-efecto en los resultados, según Juan Rodríguez Vita.
Por su parte, Francesca de Angelis señaló que el estudio constata que una modificación tan pequeña de la matriz extracelular puede aumentar mucho la malignidad.
El estudio multicentro se ha realizado en colaboración con Andreas Trumpp y Elisa Donato, del German Cancer Research Center; Andreas Fischer, de la Universidad de Göttingen; Carolina Mogler, Technical University Munich, y Elisa Espinet, de la Universidad de Barcelona, que ha llevado a cabo el análisis genético de muestras de pacientes con cáncer de páncreas.
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