El punto donde confluyen las calles Altagracia y Colón, en el sector Las Palmas de Herrera, de Santo Domingo Oeste, se había convertido en el territorio de Edwin Omar Cabrera, alias "El Muerto".Según la Dirección Nacional del Control de Drogas (DNCD) Cabrera era el principal suplidor de drogas del municipio. En esta zona de Herrera nunca había ocurrido una tragedia como la del pasado miércoles.

Los vecinos de la calle Altagracia, donde residían Luis Alberto Tapia, alias "Bemberé", Misael de Jesús Hernández y Joan Fernando Batista, también caídos a tiros durante el incidente, se mostraron cautos al hablar sobre la forma en que ocurrieron los hechos. En cuanto a Batista sus parientes indican que murió por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada, pues venía de comprar leche y pañales desechables para su hijo.

Mientras esto ocurría, la hermana de Misael de Jesús, lloraba desconsolada la muerte de su pariente y aseguró que el joven de 29 años había acudido al lugar a cobrarle un dinero a "El Muerto" por unos trabajos de ebanistería que había realizado. "Yo me estoy desbaratando por dentro, eso fue una masacre que hubo ahí, vinieron unos tígueres en unos carros y les dispararon. Ay, Las Palmas está de luto" gritaba.

"El Muerto" era querido por el barrio

Al lugar en que era velado Edwin Omar Cabrera, alias "El Muerto", los parientes impedían ayer el acceso a los medios de comunicación. En el barrio era considerado un narcotraficante al estilo del legendario Pablo Escobar, que ayudaba con las recetas médicas, la comida o los estudios universitarios de muchos de sus moradores.

"Él era chulo con nosotros, no había una persona que necesitara algo que él no lo ayudara", narra uno de los hombres que trabajaban en el montaje de carpas para los funerales. Un contingente antimotines de la Policía Nacional se mantuvo vigilante en las calles 4, La Altagracia y Colón entre otras, zona donde se realizan los velatorios, con la estrecha calle Altagracia como escenario principal. Este camino termina en una pendiente hacia la cañada de Guajimía y en él se originan varios callejones donde el vaho de vez en cuando invade el ambiente.

Carlos Peralta, residente en el sector por más de 20 años, afirma que pasadas las 7:00 de la noche, mucha gente no se atreve a salir a la calle para evitar ser confundido por los delincuentes.

Sostiene que las constantes disputas entre bandas hacen llover balas en cualquier momento, principalmente en horas de la madrugada. "De un momento a otro llega una banda y se dan sus tiros. A esta juventud que está subiendo ahora mientras más les parten la pata (piernas), más se meten en drogas", afirma.

Piden más presencia policial en Las Palmas

Víctor Manuel Rodríguez, miembro de la junta de vecinos, afirma que es necesaria una mayor presencia policial en el sector, así como mayor asistencia por parte del Gobierno. Señalan como positivo el hecho de que desde mayo pasado el sector haya sido incorporado al sistema 24 horas, lo que ha mejorado considerablemente el servicio de energía eléctrica, cuya falta contribuía mucho a la delincuencia. No obstante, aseguran que hay zonas, principalmente en la parte que da hacia La Gallera, donde reina la oscuridad.

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elcaribe