La versión oficial asegura que un rayo provocó el fuego en dos tanques de la planta de El Palito. El accidente ocurre a un mes de la explosión en Amuay, que dejó 42 muertos.

"En la refinería El Palito, (en la ciudad de) Puerto Cabello (Carabobo), luego de unas fuertes tormentas eléctricas, tuvimos una situación en que un rayo incendió dos tanques de nafta", informó el miércoles el ministro de Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, en una llamada telefónica al canal estatal VTV. “Ya se logró extinguir el incendio en uno de ellos sellos y estamos trabajando para apagar el otro", agregó.

"El incendio es en los sellos de los tanques (de almacenamiento de derivados del petróleo), es decir, la parte superior. Allí se producen vapores y el paso del rayo los incendió. A pesar de tener dispositivos de pararrayos se produjo esta situación", insistió.

El funcionario, que además preside la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), no precisó si el accidente, que se produjo a las 19.30 hora local, dejó víctimas y al momento se desconoce si la planta, que tiene una capacidad de 146 mil barriles de petróleo diario (bpd), está operativa. No obstante, aclaró que "no reviste ningún peligro".

Venezuela es el principal productor de petróleo de Sudamérica, cuenta con las mayores reservas de crudo del mundo y produce un promedio de tres millones de barriles diarios (mbd), según datos oficiales, aunque la OPEP sostiene que la oferta de crudo del país es de 2,3 mbd.

El accidente es el último de una larga lista de sucesos que se acrecentaron desde el 2002 cuando el presidente Hugo Chávez despidió a miles de trabajadores, gerentes y técnicos de Petróleos de Venezuela (PDVSA) por participar en una huelga en su contra.

El más reciente ocurrió hace menos de un mes: la poderosa explosión y posterior incendio causados por una fuga de gas en la refinería de Amuay, la mayor del país, que dejó al menos 42 muertos y unas 1.600 viviendas afectadas.

Varios expertos aseguran que los retrasos en las inversiones, la pérdida de recursos humanos, la falta de mantenimiento y la politización de la firma son los factores que han propiciado las persistentes fallas. 

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